Conan el Cimmerio 1

Fragmento del libro

La reina de la Costa Negra,

es fiel testimonio del ojo crítico de sus autores). La mayoría de ellas contiene algo genuinamente howardiano -como escribió Lovecraft en una ocasión, «Howard era más grande que cualquier política lucrativa que pudiera adoptar»-, pero es evidente que explotaban una fórmula de éxito contrastado con el fin de obtener una portada.

Pero los relatos de Conan de Cimmeria eran para Howard algo más que un medio de ganarse la vida. Aunque podría haber escrito una historia tras otra sobre las aventuras de un cimmerio dedicado a abatir monstruos y a abalanzarse sobre damiselas escasas de ropa en peligro, y podría haberse asegurado con ello una fuente regular de ingresos, Howard decidió no convertir a su cimmerio en una industria. Como creador de raza que era, no tuvo miedo en experimentar con nuevos tipos de historias, de correr riesgos en un momento en que podría haberse asegurado las ventas y el éxito comercial. Si el auténtico arte es algo que atrae y perturba al mismo tiempo, los relatos de Conan son algo especial, un retablo épico pintado con brillantes colores, plagado de hechos heroicos y personajes vivos en tierras de leyenda, pero que esconde debajo algo siniestro.

Levantad esta pátina por vuestra cuenta y riesgo.