Descargar libro La esfera y la cruz en formato epub
Publicada en 1910, La esfera y lacruz es sin duda la novela de aventuras más evidente de Chesterton. Un católicoy un ateo intentan batirse en duelo a muerte, cada uno por defender sus ideas.No lo consiguen, pues siempre tienen que huir de las autoridades que tratan deimpedírselo, lo que al final termina por convertirlos en aliados. En su huidaen busca de un lugar donde librar el duelo, una huida que se produce por tierray mar, incluso por aire y hasta estratosféricamente (Chesterton fabula aquídeliciosamente con naves volantes que van hasta las estrellas), acabarándirigiéndose del sur de Inglaterra a las islas del Canal de la Mancha merced aunos avatares por momentos delirantes y plenos de comicidad, y por momentosemotivos, en tanto la amistad de los dos forajidos va consolidándoseprecisamente a partir de sus presupuestos ideológicos contrarios. Como el resto de las obras deChesterton, La esfera y la cruz abunda en paradojas y aventuras que bordean loinsólito, hasta desembocar en una insurrección en un manicomio, desatada por elateo y el católico, en una sucesión de cuadros tan disparatados como mordaces através de los cuales hace Chesterton una crítica feroz de las institucionespsiquiátricas y de los médicos, así como de todo lo que convencionalmente setiene por razonable y cuerdo.
Éste es el enlace para descargar La esfera y la cruz
La esfera y la cruz de G K Chesterton
Entonces sus ojos tropezaron con el hábito monacal de Miguel y le saludó con reverencia de católico.
-Padre, ¿ha visto usted lo que dicen? -exclamó, temblando-. ¿Ha visto usted lo que se atreven a decir? Al principio no lo entendía. Y cuando llevaba leído la mitad, rompí el cristal.
Miguel sintió que no se hacía cargo. Toda la paz del mundo se había cobijado tristemente en su corazón. Los hombres no veían nada del mundo nuevo y pueril que él había visto tan de repente. Seguían aún entregados a sus antiguas disputas, desconcertantes, triviales, inútiles, hablando mucho unos y otros, siendo tan poco lo que se necesita decir. Una inspiración muy recia vino sobre él de pronto: sobrecogerlos, en el sitio donde estaban, con el amor de Dios. No se moverían de allí hasta que penetrasen el sabor y el prodigio de su existencia. No se marcharían de aquel lugar, como no fuese para ir a su casa, abrazados como hermanos y aclamando su libertad recuperada. De la cruz que Miguel acababa de dejar, provenía la sombra de su piedad quimérica; y las tres primeras palabras que habló, con la voz de una trompeta de plata, dejaron a la gente como si fuese de piedra. Quizás si hubiese, en su iluminación, hablado durante una hora, podía haber fundado una religión en Ludgate Hill. Pero la pesada mano de su guía le cayó de pronto sobre un hombro.
G. K. Chesterton
En Herejes, G. K. Chesterton dibuja una personalísima crítica a las opiniones religiosas de nuestro tiempo. Dirigido al sentido común del hombre común, singular no tanto por la estricta originalidad d
G. K. Chesterton
El Club de los Incomprendidos o «cuatro granujas sin tacha», narra las diferentes historias de cuatro hombres que han formado un extraño Club, unidos por el vínculo común de sus maltrechas reputacione
G. K. Chesterton
Cabe prever una época en queel género policial, invención de Poe, haya desaparecido, ya que es el másartificial de todos los géneros literarios y el que más se parece a un juego.El propio Chesterton h
G. K. Chesterton
El agente Gabriel Syme es reclutado por Scotland Yard para desentrañar una trama anarquista y para ello deberá infiltrarse en una de sus reuniones secretas.El hombre que fue Jueves, una de las novelas
Francisco de Quevedo
'El tratadillo, burla burlando, es de veras. Tiene cosas de las cosquillas, pues hace reír con enfado y desesperación. Extravagante reloj que dando una hora sola, no hay cosa que no señale con la mano
William M. Thackeray
VanityFair es indiscutiblemente, y cualesquiera que puedan serlas preferencias personales del lector o del crítico, una de las novelascapitales del siglo, admirable por su concepción general, por la m
Jonathan Swift
Escrito en 1729, este magnífico texto satírico comienza así: «Para evitar que los hijos de los pobres de Irlanda sean una carga para sus padres o su país y para que se conviertan en algo de provecho p
Francisco de Quevedo
Bien sé que a los ojos de V. Excelencia es más endemoniado el autor que el sujeto; si lo fuere también el discurso habré dado lo que se esperaba de mis pocas letras, que amparadas, como dueño, de V. E