De la Iglesia Católica, Apostólica y Romana

Sinopsis

La síntesis en español del libro "De la Iglesia Católica, Apostólica y Romana" de François-Joseph Lafuite es:

"En este libro, Lafuite explora la estructura y el papel de la Iglesia Católica en la sociedad contemporánea. El autor analiza la historia y el desarrollo de la Iglesia, desde su fundación hasta la actualidad, y examina las diferentes formas en que ha interactuado con la sociedad y el Estado. Lafuite también aborda temas como la autoridad papal, la vida consagrada, el sacramento del matrimonio y la relación entre la Iglesia y el mundo moderno.

En general, el libro busca proporcionar una comprensión más profunda de la naturaleza y el papel de la Iglesia Católica en la vida de las personas y en la sociedad en general. Lafuite argumenta que la Iglesia debe adaptarse a los cambios sociales y culturales, mientras mantiene su identidad y su misión espiritual.

Fragmento del libro

Es necesario advertir, sin embargo, que el nombre de Iglesia se ha dado a menudo no solo a la sociedad entera de los fieles sino a una porción particular del rebaño de Jesucristo. Por lo tanto, cuando san Pablo al escribir a los romanos les decía, que todas las Iglesias de Asia le saludaban; cuando san Juan en el Apocalipsis, habla de las siete iglesias de Asia; debe entenderse la palabra Iglesia en unas significación menos extensa, y no aplicarla sino a las diferentes partes de la sociedad de los fieles, diseminadas por las principales ciudades de Asia. Así, cuando decimos la iglesia de Francia, la iglesia Galicana, no hablamos de la sociedad universal de los fieles, sino solo de la parte de esta, cuyos individuos son súbditos del rey de Francia. Esta observación importante es necesaria para precaverse del error en que caeríamos atribuyendo a una parte de la iglesia los privilegios concedidos únicamente a la Iglesia en general; así como también para evitar la equivocación de impulsar a la Iglesia misma los defectos particulares que pudieran hallarse en algunas de sus partes o en algunos de sus individuos.

Tomando la palabra Iglesia en una acepción más circunscrita y en sentido figurado, sirve para denotar el lugar mismo donde se reúnen los fieles para rezar y para participar de los augustos misterios de la religión: un templo consagrado a Dios bajo la invocación de la Virgen Santísima o de cualquiera otro santo; un edificio destinado a la celebración de los divinos oficios y o la predicación de la doctrina y de la moral evangélica. Por esto decimos que las iglesias son unas santas casas donde se debe entrar con respeto; lugares sagrados donde se debe uno sentir penetrado de la presencia de la divinidad; casas de oración a las que solo debe irse a adorar a Dios, a manifestarle nuestras necesidades, a darle gracias por sus beneficios, a hablarle o a escucharle.