¡Arrástrate, sombra, arrástrate!

Sinopsis

¡Arrástrate, sombra, arrástrate! es una obra del autor Abraham Merritt, y su título en español es "Arrastra, sombra, arrastra".

La siposis del libro, en términos generales, es la siguiente:

"En un mundo de ciencia ficción, un joven aventurero llamado John Thornhill se encuentra con una misteriosa sombra que lo sigue en todas partes. La sombra parece tener una vida propia y una maligna influencia sobre Thornhill, quien comienza a experimentar extrañas visiones y sueños.

Thornhill descubre que la sombra es en realidad un ser maligno que ha estado siguiéndolo desde la infancia, y que tiene un oscuro plan para su vida. Con el tiempo, Thornhill se encuentra en un viaje de descubrimiento y superación, en el que debe enfrentarse a sus miedos y superar sus limitaciones para enfrentar a la sombra y salvar su propia vida.

Fragmento del libro

A pesar de mi perplejidad y de mi pena, no pude impedirme una sonrisa al leer aquello. Proseguí la lectura.

El «Alan» a quien se refería la carta, según dijo el doctor Bennett, es el doctor Alan Caranac, quien también era un antiguo amigo del señor Ralston, y que hoy debe llegar a Nueva York en el

Augustus

, después de tres años en África del Norte. El doctor Caranac es bien conocido en los círculos científicos por sus investigaciones etnológicas. El doctor Bennett dijo que el señor Ralston había pensado que algunos de sus síntomas podrían ser explicados por el doctor Caranac, debido al estudio por este último de ciertas aberraciones mentales poco conocidas; al uso entre los pueblos primitivos.

-Ahora viene lo bueno -dijo Bill, y señaló el párrafo siguiente.

El doctor Bennett habló sin reparos con los periodistas después de sus declaraciones a la Policía, pero no pudo añadir ningún hecho nuevo a los que ya había ofrecido. Dijo que el señor Ralston había retirado de sus cuentas bancarias grandes sumas de dinero durante las dos semanas anteriores a su muerte, y que no había constancia de adónde habían ido a parar. Pareció lamentar de inmediato haber dado esta información, pues añadió que tal hecho podía no tener relación con el suicidio del señor Ralston. Sin embargo, admitió a regañadientes que la suma podría sobrepasar los cien mil dólares, y que la Policía estaba investigando.