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'«El Orador» era un hombre de gustos sencillos y poco aficionado a las novedades. Si tenía un aparato de radio era porque se lo había regalado un admirador suyo, pues de no ser así jamás se le habría ocurrido comprar uno. Lo tuvo en el salón de su casa sin utilizarlo ni una sola vez, durante seis meses, y cuando, por fin, se decidió, se dio cuenta de que no funcionaban las baterías, dejando pasar otros seis meses hasta mandarlo arreglar.'
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La caida de Mr Reader de Edgar Wallace
La síntesis en español del libro "La caída de Mr. Reader" de Edgar Wallace es:
"La caída de Mr. Reader" es una novela de misterio y suspense escrita por Edgar Wallace en 1924. La trama sigue a un hombre llamado Mr. Reader, un periodista que investiga el asesinato de un hombre rico y poderoso en una mansión en el campo. A medida que la investigación avanza, Mr. Reader se encuentra con una serie de sospechosos y pistas que lo llevan a descubrir una trama de engaños y conspiraciones que van más allá de lo que parece en primer lugar.
La novela es conocida por su estilo de escritura únicamente y su habilidad para crear un ambiente de misterio y suspense que mantiene al lector pegado a la historia hasta el final.
El acusado se dejó caer en un sillón, como abrumado por el peso de los argumentos del inspector.
- Y ahora le diré algo más; hace cinco años compró usted arsénico a una casa de Glasgow, y no lo pagó hasta hace unos días, cuando el director de la casa vendedora le vio en la calle. Ese señor está dispuesto a venir a identificarlo. En aquella ocasión, el arsénico le fue remitido a la ciudad donde vivía usted entonces. También tenía usted allí una agencia de negocios. ¿Lo envió también a China?
El acusado no contestó a nada de aquello.
- Y tres días después, murió su primera esposa.
Ahora Brait se levantó, lanzando un rugido de cólera.
- ¿Qué trata usted de insinuar? -barbotó-. ¿Por qué iba yo a querer matar a Fainer. mi mejor amigo?
- Porque estaba enamorado de su mujer, a quien le escribía cartas proponiéndole que se fugase con usted.
- ¡Tendrá que probarlo enseñándonos esas cartas!
- Naturalmente. Las enseñaré; no se apure. Mrs. Fainer guardaba tres en un cofrecito, y creyó que habían desaparecido, cuando, en realidad, lo que había ocurrido era que la tinta se había descolorido. El hombre que escribe cartas de amor con tinta invisible, merece todavía más que la horca que le espera a usted. ¡No le dejen escapar!
El jefe de Policía se precipitó hacia la puerta, a fin de interceptar el paso al fugitivo. Por un momento, Brait se quedó en actitud indecisa, y luego, antes de que «El Orador» pudiese evitarlo, metió una mano en el bolsillo. Brilló un fogonazo y retumbó un disparo, y el criminal cayó inerte al suelo.
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