Descargar libro Vindicación de la sociedad natural en formato epub
«Es mucho más sencillo mantener una causa equivocada, y respaldar opiniones paradójicas para satisfacer a un auditorio vulgar, que establecer una verdad dudosa con argumentos sólidos y concluyentes. Cuando los hombres descubren algo que puede decirse a favor de lo que, en la misma proposición, pensaban que era completamente indefendible, se vuelven recelosos de su propia razón y caen en una especie de grata sorpresa: secundan al orador, seducidos y cautivados por encontrar una cosecha tan abundante de razonamiento donde todo parecía estéril e infructuoso. Ésa es una tierra encantada de la filosofía».La Vindicación de la sociedad natural, publicada anónimamente en 1756, señala el principio de la carrera literaria de Edmund Burke (1729-1797). En esta obra, el futuro adversario de los derechos del hombre y defensor de los derechos de los ingleses advierte los efectos de los pensadores de la Ilustración sobre la Constitución británica y apunta al peligro que supone, para la sociedad, la crítica de la religión. Sin embargo, Burke se tomó muchas molestias para que su primera pieza fuera una obra maestra de ocultación de los motivos que le habían llevado a escribirla y que se proyectan sobre el resto de su escritura.
Éste es el enlace para descargar Vindicación de la sociedad natural
Vindicacion de la sociedad natural de Edmund Burke
La síntesis en español del libro "Vindicación de la sociedad natural" de Edmund Burke es:
"Vindicación de la sociedad natural" es un ensayo político escrito por Edmund Burke en 1790, en el que argumenta que la sociedad es un organismo complejo y dinámico que evoluciona a sí mismo, y que no puede ser entendida como un mero agregado de individuos. Burke sostiene que la sociedad es un todo coherente y que su bienestar depende de la preservación de las instituciones y valores que la han llevado a la existencia.
En este libro, Burke critica la idea de que la sociedad puede ser transformada a través de la revolución y la violencia, y defiende la idea de que la mejor manera de mejorar la sociedad es a través de la evolución gradual y pacífica de sus instituciones.
Produce un débil y valetudinario estado corporal, acompañado por esos horribles desórdenes y aún más horribles métodos de curación que son, por un lado, el resultado del lujo y, por otro, de los esfuerzos débiles y ridículos del arte humano. Esos hombres no sienten los placeres como tales, al mismo tiempo que causan dolores y enfermedades, experimentados con demasiada severidad. El espíritu tiene su parte de desgracia; se vuelve perezoso y enervado, apático e incapaz de buscar la verdad y por completo incapaz de conocer, mucho menos de disfrutar la auténtica felicidad. Los pobres por su excesivo trabajo y los ricos por su enorme lujo quedan nivelados, y resultan por igual ignorantes de todo conocimiento que pudiera conducir a su felicidad. Una visión deprimente del interior de toda sociedad civil. La parte inferior rota y pisoteada por la opresión más cruel, y los ricos por un método artificial de vida que les acarrea peores males que los que infligiría su tiranía a sus inferiores. Muy diferente es la perspectiva del estado natural. Aquí no existen las necesidades que provienen de la naturaleza, y en ese estado los hombres pueden no ser conscientes de otras necesidades que las satisfechas por un trabajo de tipo muy moderado; por tanto, no hay esclavitud. Tampoco hay lujo, porque ningún hombre puede suministrar sus materiales. La vida es sencilla y, por tanto, feliz.
Soy consciente, milord, de que su político alegará en su defensa que este estado desigual es muy útil; que sin condenar a una parte de la humanidad a un esfuerzo extraordinario no podrían ejercerse las artes que cultivan la vida. Pero pregunto a ese político: ¿cómo han llegado a ser necesarias esas artes? Responde que la sociedad civil no podría existir bien sin ellas. De modo que esas artes son necesarias para la sociedad civil y la sociedad civil es necesaria de nuevo para esas artes. Así corremos en círculo, sin modestia y sin fin, haciendo de un error y extravagancia la excusa de otro. He hablado por extenso con mis amigos de mis sentimientos sobre esas artes y su causa. Pope lo ha expresado en buenos versos, donde habla con la fuerza de la razón y la elegancia de la lengua del estado de naturaleza
Karl Marx
A fines de diciembre de 1846, después de leer el Sistema de las contradicciones económicas, o Filosofía de la Miseria de Proudhon, publicado poco antes, Marx se propuso hacer una crítica de las ideas
Alexis Carrel
Poseemos tan amplia cantidad de datos acerca de los seres humanos, que su misma inmensidad nos impide usarlos adecuadamente. Para que sean utiles nuestros conocimientos, tienen que ser sinteticos y co
Albert J. Nock
Nock es capaz de asestarle unduro golpe a una de las principales legitimaciones que suele encontrar elEstado: su función de cohesionar la sociedad. De acuerdo con Nock, el Estado nosólo no es un prerr
Benito Jerónimo Feijoo
Las Cartas eruditas, y curiosas son cinco tomos más del polígrafo y escritorespañol Benito Jerónimo Feijoo, publicados entre 1742 y 1760. En ellasel erudito benedictino, con afán continuador respecto