Descargar libro Las maravillas del año 2000 en formato epub
Es casi imposible no concebir el futuro como una proyección ampliada del presente. Eso vale para Verne, pero aún más para Emilio Salgari, para quien el año 2000 significaba el punto de convergencia de todos los futuros posibles, la época en que éstos se cristalizarían en una especie de destino inevitable. Visto hoy, ese futuro se presenta como un abanico de posibilidades que año a año se va estrechando cada vez más, hasta quedar reducido a lo que definitivamente es.Las maravillas del 2000 se publicó por primera vez en 1907, pero puede presumirse que fue escrita en 1903, dado que en ella se brinda con champagne “por nuestra resurrección en el 2003”. Dos hombres, dispuestos a conocer el futuro, ingieren una poción que los mantendrá dormidos durante cien años. Al despertar (han dejado instrucciones precisas para que ello ocurra) conocerán las maravillas y los peligros del tercer milenio.
Éste es el enlace para descargar Las maravillas del año 2000
Las maravillas del ano 2000 de Emilio Salgari
"Las maravillas del año 2000" es una novela escrita por Emilio Salgari, y su título en español es "Las maravillas del año 2000: Una aventura en el mundo futuro".
Esta novela es una obra de ciencia ficción que se desarrolla en el año 2000, y cuenta la historia de un grupo de aventureros que viajan a través del mundo futuro en busca de un tesoro escondido. La trama es emocionante y llena de aventuras, y la obra de Salgari es considerada una clásica de la literatura de ciencia ficción.
Vaciaron la botella; después el doctor abrió una ampolla y llenó dos pequeñas tazas. Era un licor rojizo, un poco denso, que tenía un perfume especial.
-Bebe -dijo, ofreciéndole una de las tazas de Brandok.
-¿Qué es?
-El narcótico que nos dormirá, o mejor, que suspenderá nuestra vida e impedirá que nuestras carnes se corrompan.
El joven tomó la taza con mano firme, miró el líquido y después lo tragó sin que se moviera un solo músculo de su rostro.
-Nada mal, aunque es un poco amargo -dijo-. ¡Ah!, qué frío, Toby. Siento como si tuviera un bloque de hielo en lugar del corazón.
-No es nada y durará poco. Échate en la cama y cúbrete.
Mientras Brandok obedecía, el doctor también bebió el contenido de su taza; después se acercó bamboleándose a un recipiente de barro que se encontraba en un rincón y, aferrando un martillo, con un golpe vigoroso rompió la tapa y alcanzó apresuradamente a su compañero.
Una temperatura siberiana había invadido la habitación. De ese recipiente misterioso salía una corriente de aire helado, como el que se respira en las regiones polares.
El doctor miró a Brandok: el joven ya no daba signo alguno de vida. Parecía como si la muerte lo hubiese tomado por sorpresa.
Emilio Salgari
Dos europeos, Otto (alemán) y Mateo (griego) desembarcan en Zanzíbar en la mañana del 15 de agosto del año 1900 para ir al rescate de explorador inglés, de apellido Kambert, que había partido de Zanzí
Emilio Salgari
Salgari trenza una espléndida novela de acción e intriga a partir de la relación amorosa entre Hiram, un capitán del legendario caudillo cartaginés Aníbal, y la hija de un mercader, Ofir. El padre de
Emilio Salgari
El cañonazo del crucero inglés había retumbado por largo tiempo sobre las profundas aguas azules, que a la sazón comenzaban a teñirse con los primeros reflejos del alba, señalando así la apertura de l
Emilio Salgari
La Reina de los Caribes pertenece al ciclo de novelas protagonizadas por los Corsarios de las Antillas. La acción se desarrolla en el Mar Caribe, durante el siglo XVII, época de esplendor de la filibu
Mary Shelley
Mary Shelley (1797-1851), hija de la feminista Mary Wollstonecraft y esposa del poeta P. B. Shelley, perteneció al círculo de los jóvenes poetas del romanticismo inglés. Casi a los diez años de haber
André Maurois
«Se que este relato causará sorpresa. Algunos dudarán de mi buena fe; otros de mi cabal juicio. Pero si los hechos que voy a describir son sorprendentes, no son imposibles de comprobar. Unos sencillos
A. E. van Vogt
Gilbert Gosseyn había abandonado aquella misma madrugada Cress Village, su pueblo natal, para acudir a la Ciudad de la Máquina, participar en los Juegos, e intentar conseguir así un confortable status
Aleksandr Beliáyev
'¡Quién pensaría que un incidente de tan poca importancia decidiría mi destino! En aquel tiempo yo era soltero y vivía en la casa de los colaboradores científicos. En uno de los atardeceres primaveral